Es la mejor palabra para describir la situcion, para describir los sentimientos...
Harta ya de todo en esta vida, de falsantes que solo buscan lo que les conviene, que nunca tendran nada en esta vida, pero que parece gustarles el hacer todo lo posible por que el resto tampoco lo consiga. Personas que no son capaces de quererse ni a si mismas, y viven pregonando la derrota, como si de un circo se tratara. Sabiendo que siempre vas a salir igual que como entraste..¿acaso piensan que es posible?
No, no se puede. No se puede esperar que las personas cambien, es imposible. No se puede esperar a que el otro decida, nadie puede esperar eternamente. No se puede esperar...sencillamente...porque el mundo no va a detenerse para esperaros a los dos...
Cuando solo nos mueve el miedo, no tenemos ni idea de lo que buscamos realmente, y nos descubrimos a nosotros mismos haciendo cosas que no esperabamos, diciendo aquello que deseabamos decir a un desconocido en un determinado momento, compartiendo toda nuestra vida, como si de nada se tratara....Y es que al fin y al cabo, nuestra vida no es nada, son todas iguales, seguimos siendo animales y tarde o temprano nos comportamos como tales, sin poder remediarlo de ningun modo, dejandonos llevar por un sentimiento que no podemos controlar, desatando ese instinto que llevamos en nuestro interior y que es mucho mas fuerte que nosotros...dejando que nos domine en cuerpo y mente...y ya llegaran las penas al despertar al lado de quien sea, de cualquiera que haya sentido, por un instante, el deseo estar a tu lado...
A veces me he dado pena, si, a mi misma, por pensar que ya no llegare a nada mas que a eso...a ser el consuelo de un sueño sin nombre, de una sombra que paso por mi lado y quiso detenerse... y darme cuenta de que al menos, te miran por un instante con cariño...o con compasion... Lo mismo le da lo uno que lo otro a un alma rota, a un corazon rajado a zarpados y cosido a recuerdos agridulces.
Y sereis todos juntos mi condena, la de las largas noches de espera deseando una respuesta para tanta soledad, para tanto deseo sin dueño...
