jueves, 10 de octubre de 2013

κατὰβαίνω

Mientras escribo y me preparo para la "oleada oktoberfest mental" me doy cuenta de las cosas que he dejado y las que sigo atando a esa cadena perpetua que arrastro y que no pienso soltar; retomaré cada gema, una por una, y volverán a brillar. Así es como quiero que sea, así es como debe ser... ¿Pues qué aprendiz de alquimista descuidaría sus gemas?
Los proyectos no existen todavía, las ideas no pueden condensarse, pero todo lo demás, está ahí, en la semilla a punto de eclosionar. ¿No lo vemos? ¿No lo veis?

"Para hacer realidad un sueño, lo más importante es despertarse."

Aun hay tiempo... aun hay tiempo...

"El chamán aprende a hacer el viaje del alma que media entre ser un humano y ser un espíritu. [..] Como es abajo es arriba, al tiempo que tú asciendes la divinidad desciende y se convierte en materia realizada[...] La espiritualización de la materia resultante nos permite recordar nuestra plenitud durante todo el viaje"

“Yo –dice el Nilo- soy el reflejo de la vía Láctea. Soy el espejo del centro de la galaxia, de igual manera que todo el material cósmico se arremolina en la vía láctea y tú resides allí como tu Yo estelar.
Y aquí, bajo mi superficie, están todos los elementos primordiales necesarios para hacerse humano. Yo soy el reflejo. Yo soy la Duat”




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