Invierno que nublas mis sentidos
fuente de desesperanza,
Tu niebla y tus silvidos
se ahogan entre palabras.
Invierno, eres cuaderno
de grandes páginas blancas
sentidos desbordados
que caen como las lágrimas.
Invierno que forras la mañana
y el corazón de escarcha
escucha mi intrépida lucha
por conservar mi alma.
Mantenme, mi amada helada
el corazón en llamas,
Aguarda y entre las sombras
vendrá la calma.
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