lunes, 26 de enero de 2009


Porque la Madre quería manifestarse aquella noche, posiblemente le susurró algo al oído: “Ve en contra de todo lo que has aprendido hasta ahora; tú que eres una maestra del ritmo, deja que pase por tu cuerpo, pero no lo obedezcas”. Fue por eso por lo que Athena sugirió el ejercicio: su subconsciente ya estaba preparado para convivir con la Madre, pero ella vibraba siempre en la misma sintonía, y con eso no permitía que los elementos externos pudieran manifestarse. (…)Antes de esa danza sin seguir el ritmo, todos se sentían intimidados. ¿Por qué? Porque todos estamos acostumbrados a hacer las cosas “como hay que hacerlas”. A nadie le gusta dar pasos equivocados, sobre todo cuando somos conscientes de ello.(…)

“Aquellos que en este momento estáis en el suelo, que habéis venido a conocer a Santa Sofía y que sólo queréis que ella confirme lo que os gustaría que fuese verdad, por favor, no volváis a aparecer. O empezad a bailar y haced que los que os rodean también se muevan. El destino será implacable con los que quieren vivir en un universo que ya se ha terminado. El nuevo mundo es de la Madre, que ha venido con el Amor a separar los cielos y las aguas. Quien crea que ha fracasado fracasará siempre. El que haya decidido que no puede ser de manera diferente, será destruido por la rutina .El que haya decidido impedir los cambios, se convertirá en polvo. ¡Malditos sean los que no bailan e impiden que los demás bailen!”


Paulo Cohelo; “La bruja de Portobello” (fragmento)
Imagen: Raven Grimassi; "The Well Worn Path" - The Crone

1 comentario:

Beelzenef dijo...

Bailemos pues, si con ello consigo cambiar cada día, para no fracasar.

Habeis despertado en mi el interes por Paulo Coelho. Os lo agradezco.

Sigo leyendoos, pues cada vez me sorprendeis agradablemente.

Salu2!