Un ciego avanza la mano en la
noche.
Los días pasan y me ilusiono con
atrapar, detener lo que huye.
No hay nada que hacer: releo lo que
ha escrito usted tras nuestra conversación del otro día, las palabras dichas se
pierden una vez escritas.
Todas las preguntas, todas las
respuestas se anulan.
(A cada pregunta una respuesta).
Si supiera hacer (pero no estoy
seguro de quererlo) si supiera hacer una escultura, una pintura como quiero
(¿pero soy incapaz de decir lo que quiero?). Si supiera hacerlas, estarían
hechas hace tiempo, creo (oh, veo un cuadro maravilloso y brillante pero no es
mío, no es de nadie. No veo esculturas, veo la oscuridad.)
Pero
entonces no tendría que responder, es más usted no me haría preguntas.
¡y yo no danzaría
y haría
números!
Ah es
demasiado bonito, bonito, bonito.
Y prefiero
dejarlo antes de decir cualquier cosa a tontas y a locas. (a través de la calle
Alésia) a caballo sobre el árbol y grito, grito, grito.
¡huuuuuuuuuuuuuuuu!
no, a tontas
y a locas a través del follaje.
Un ciego
avanza la mano en el vacío (¿en la oscuridad? ¿en la noche?)
Los días
pasan y me ilusiono con atrapar, detener lo que huye, corro, corro in situ sin
detenerme
¿qué añadir?
no sé qué más hacer pero sé reír (no es verdad) ni danzar.
Manía, manía
manía maníaca que maneja mi manía que maníaca me maneja en la vida ¿quién?
¿quién? ¿quién? ¿qué?
no lo sé
ri ra ru
rueda, rata
ríe
li can tin tin tin
campanas
agujero que,
agujero que, agujero que
agujerea,
que agujerea
no letrinas
soporíficas
danza.
Alberto Giacometti